A veces pensamos que para tener unas manos perfectas necesitamos ir al salón, pero la realidad es que en la casa siempre tenemos dos ingredientes que hacen maravillas para dejar las manos suaves.
Sólo mezcla sal de grano (media cucharadita) con una crema hidratante para manos que contenga almendras o karité. Mézclalas dando masaje a tus manos.
La clave está en sólo enjuagar la sal bajo el chorro de agua y dejar que la crema hidratante se quede en tus manos un largo tiempo. Vas a notar un cambio inmediato.
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